¿Debiera Ser Revisado Nuestro Esquema Profético del Siglo Diecinueve?

Por Roland R. Hegstad

 

Hace casi 50 años, cuatro meses después de terminar mis estudios en la universidad, prediqué mi primer sermón acerca de las profecías. Lo titulé "La libertad en la encrucijada"; y lo preparé apoyándome en gran medida en la norma profético adventista. Mirado desde la perspectiva de hoy, exponía conceptos un poco más avanzados que la posición de Uriah Smith, pero era considerablemente más atrasado si se lo compara con las ideas de unos pocos eruditos adventistas que están sugiriendo actualmente que debemos reexaminar y revisar el escenario profético que nuestros pioneros adventistas construyeron en los años del siglo diecinueve. Están preocupados porque el panorama de los tiempos finales, enmarcado por el contexto de los Estados Unidos en los últimos años del siglo diecinueve, simplemente no armoniza muy bien con la sociedad secular que predomina hoy en día.

Por ejemplo: No hay indicios [al escribirse este capítulo] de que una ley dominical esté en camino como parecía haberlos a fines del siglo diecinueve. En 1950, cuando yo ubiqué a la libertad en la encrucijada, todos los estados de los Estados Unidos, menos Alaska, tenían leyes dominicales. Desde ese entonces, veintiún estados las han quitado de sus libros, y otros dieciocho les han quitado tantos dientes de ejecución que ya no pueden masticar ni siquiera budín. Sólo una media docena de estados esporádicamente tratan de hacerlas valer.

Un segundo ejemplo: Desde que el papa Juan XXIII convocó el Il Concilio del Vaticano en 1962, la Iglesia Católica Romana ha cambiado radicalmente su posición en cuanto a la libertad religiosa. El monje Beza del siglo dieciséis muy bien resumió la posición histórica de la iglesia, declarando a la libertad religiosa como una "doctrina diabólica, porque permite a cada hombre ir al infierno por su propio camino". (¡Los hombres del siglo dieciséis parece que daban por sentado que las mujeres tenían sus propios mapas y no necesitaban ayuda de ellos!) Hoy en día la Iglesia Católica parece estar muy dispuesta a permitimos ir al infierno sin su intervención; de hecho, ha pedido disculpas por la ayuda que les dio a muchos santos herejes. El papa Juan Pablo II ha hablado francamente en favor de la libertad religiosa. Su posición no parece cuadrar con nuestra interpretación tradicional de Apocalipsis 13.

Un tercer ejemplo: En 1961 la Corte Suprema de los Estados Unidos dictaminó que las leyes dominicales eran legales sólo si respondían a algún propósito secular de gran alcance. Y es difícil concebir a nuestra sociedad, insidiosamente secular, persiguiendo a un grupo de personas que quieren adorar en el día sábado.

En la edición del 15 de junio de 1998 de la revista Time, Charles Krauthammer comenta que la religión, que antes era una convicción, en la actualidad es sólo una predilección. El resultado: "Donde se trivializa la religión -observa Krauthammer-, es muy improbable que uno encuentre la persecución. Cuando una persona cree que de su religión pende el destino de su alma inmortal, es fácil que surja la inquisición; cuando se cree que la religión es una sencilla preferencia del consumidor, la tolerancia religiosa prospera fácilmente. Al fin y al cabo, no perseguimos a las personas por su predilección de carros. ¿Por qué habríamos de hacerlo por su gusto en dioses?"

¿Quién puede afirmar razonablemente que hay probabilidad de que el sábado se convierta en una prueba de lealtad en esta era que los siquiatras llaman la "nueva indiferencia"?

Yo estoy de acuerdo con mis amigos eruditos en que tenemos que reexaminar los libros de Daniel y Apocalipsis. Estamos 100 años más adelante en la autopista profético que conduce hacia el mañana que el lugar de donde salieron nuestros antepasados. Ciertamente es posible que su modo de percibir la "verdad presente" pueda requerir unas pocas enmiendas aplicables a nuestros días. Puede ser que tengamos que revestir a algunos de los actores y tengamos que reescribir sus libretos para acomodar en ellos alguna "verdad presente" actualizada. Después de todo, Elena de White les dijo a sus contemporáneos que "tenemos solamente las vislumbres de los rayos de luz que aún quedan por venir" (Review and Herald, 3 de junio, 1890).

Permítanme ahora empezar a revisar la conclusión de los eruditos en el sentido de que el mundo secular de hoy simplemente no cabe dentro de nuestro panorama tradicional del tiempo del fin. Entonces examinaremos los seis puntos principales en la exposición de la "verdad presente" de nuestros pioneros de los últimos años del siglo diecinueve, para ver si debemos, en efecto, editar y finalmente sugerir unas pocas "verdades presentes" que nuestros pioneros no visualizaron.

El elemento sobresaliente que parece demandar nuestra reevaluación del esquema profético de nuestros pioneros es la secularización: el cambio de la sociedad judeo-cristiana del siglo diecinueve al mundo de hoy, secular y orientado hacia el humanismo. Sin contar el segmento musulmán, una gran parte de la población mundial es atea o agnóstica, ciertamente secular y enfáticamente materialista. Europa occidental es un continente postcristiano: sus grandes catedrales están vacías, su herencia de la Reforma olvidada.

En cuanto a los Estados Unidos de Norteamérica, dos decisiones de la Corte Suprema resumen su "secularismo". La primera, su decisión en cuanto a las leyes dominicales en 1961, afirma que las leyes dominicales son constitucionales sólo si tienen un propósito secular de gran alcance. La segunda: la decisión reciente en Pawtucket, Rhode Island, de que la exhibición de la escena navideña en el ayuntamiento era constitucional solamente porque estaba acompañada de un Santa Claus secular y sus renos. Los abogados conocen la decisión como la "regla del reno plástico".

Tal vez deberíamos alabar al Señor por el "secularismo". Sus discípulos han logrado eliminar casi por completo las leyes dominicales de nuestra sociedad, ¡algo que nuestros antepasados no pudieron hacer en 100 años! Y los librepensadores son generalmente indiferentes a la religión. Hay que admitirlo: es difícil concebir que un librepensador se altere porque alguien adore o no adore, ¡no importa el día! Si los librepensadores van a la iglesia alguna vez -cuando parece ser lo más conveniente- crean un dios humanista a quien pueden respetar, en vez de adorar. El Señor humanista, vean ustedes, solamente nos pide que seamos religiosos, no que tomemos su cruz y le sigamos.

Comprendámoslo: Nuestra interpretación tradicional de Daniel y Apocalipsis no parece ser relevante en nuestro mundo secular.

Así que, examinemos las cinco "señales de los tiempos" por excelencia o "verdades presentes", que indujeron a nuestros expositores de los últimos años del siglo diecinueve a creer en el inminente regreso de Cristo. Si pretendemos reescribir el libreto, debemos ser detallados en nuestra revisión,

1. La Asociación para la Reforma Nacional. Tengo una vieja libreta llena de recortes de periódicos acerca de la Asociación para la Reforma Nacional, fundada en 1863 por representantes de 11 denominaciones protestantes. La inscripción en el interior de la tapa dice: "Presentado al Departamento de Libertad Religiosa por la Sra. Elena G. de White." Ella quería que el departamento de Libertad Religiosa, y por medio de éste, la iglesia, comprendiera la naturaleza profético de los planes de la asociación, los cuales debían "promover reformas necesarias en las decisiones del gobierno en cuanto al sábado y asegurar una enmienda a la Constitución de los Estados Unidos donde se declare la lealtad de la nación a Jesucristo y su aceptación de las leyes morales de la religión cristiana" (en Dateline Sunday, de Warren L. John, págs. 69, 70).

Elena de White llamó a la enmienda religiosa un "cumplimiento claro y directo" (Testimonios para la iglesia, tomo 5, pág. 719). Sin embargo, algunos de nuestros ministros no sentían que ellos debían predicar acerca de este asunto. Ella respondió: "Pueda el Señor perdonar a nuestra hermandad por interpretar de esta forma el mensaje para este tiempo" (Id., pág. 715). "Ha habido indiferencia e inactividad sorprendente en este tiempo de peligro. La verdad, la verdad presente, es lo que el mundo necesita" (Id., pág. 719).

En 1888 la meta de la Asociación para la Reforma Nacional parecía ser alcanzable. El senador H. W. Blair de New Hampshire introdujo legislación para una ley dominical nacional. El pionero redactor adventista A. T Jones habló en contra del documento ante un comité del congreso. El documento de Blair murió en el comité en 1888, se reencarnó, para luego perecer nuevamente en 1889.

2. El segundo actor en la plataforma del escenario profético fue la Corte Suprema de los Estados Unidos, que en 1892, en el caso de la Iglesia de la Santa Trinidad vs. Los Estados Unidos, unánimemente declaró que los Estados Unidos era "una nación cristiana". Los adventistas consideraron esta decisión como un paso profético hacia la prueba de la adoración, de Apocalipsis 13.

3. El tercer actor llegó al escenario en 1889, en La persona del Congreso Católico, quien en las reuniones que llevaron a cabo en Baltimore, decidió unirse a los protestantes para asegurar la "correcta observancia del domingo". El siglo diecinueve no fue una época de arrobamiento ecuménico. Esta unión Católico-Protestante en apoyo de la legislación de la ley dominical concordaba perfectamente bien con el esquema escatológico adventista.

4. El cuarto actor fue el movimiento laboral dominado por los católicos que la Sra. White en 1903 ligó a la implementación del boicot predicho en Apocalipsis 13 (véase la Carta 26, 1903, de Mensajes selectos, tomo 2, págs. 162, 163). La Sra. White sin duda estaba al tanto de las ¡aplicaciones de la encíclica Rerum Novarum del papa León XIII en 1891, que contenía este párrafo clave:

"Las asociaciones de trabajadores [sindicatos]... deben prestar atención primordial y especial a las obligaciones de la religión y la moralidad, y el mejoramiento social debiera mantener esto primordialmente en vista, ya que el fundamento de las leyes sociales... está asentado en la religión".

Al disponerse a cooperar con los protestantes para asegurar la "observancia correcta del domingo", el Congreso en Baltimore estaba implementando los principios de la encíclica de León XIII. La Iglesia Católica más tarde honró al cardenal de Baltimore, James Gibbons, como el "campeón del obrero norteamericano". En 1908 Samuel Gompers, director de la Federación Norteamericana del Trabajo, anunció que el sindicato había logrado "tanto, o más que cualquier otra organización de hombres y mujeres para imponer la observancia del domingo como día de reposo".

5. El quinto actor fue un poder obrador de milagros llamado "espiritismo". Seguramente el lector está familiarizado con el caso de las hermanas Fox y sus comunicaciones con el mundo espiritista. Este movimiento, concluyeron muchos pioneros adventistas, popularizó el concepto de la inmortalidad del alma y estuvo preparando al mundo para la aparición del falso cristo.

El mensaje "Cristo nuestra justicia", introducido por A. T Jones y E. J. Waggoner en el Congreso de la Asociación General, de Minneapolis, parecía estar calculadamente programado para preparar a nuestra iglesia para el inminente regreso de Cristo.

Usted ha visto en escena a cinco de los actores más importantes del drama del fin del tiempo en los últimos años del siglo diecinueve, como los percibieron nuestros pioneros adventistas. Además, usted los ha escuchado recitar sus partes proféticas que, según algunos, no se ajustan bien a nuestra sociedad secular de hoy en día. Al evaluar esta aseveración, veamos si podemos encontrar los mismos actores, u otros similares, recitando partes comparables hoy; renglones que podamos entonces describir como "verdad presente".

1. La Asociación para la Reforma nacional. Claro, ya ha desaparecido. Pero dejó nietos y nietas: La Coalición Cristiana, La Coalición Americana en Favor de Valores Tradicionales, La Voz Cristiana y varias otras que están metidas en la política hasta las orejas. Pero, reconoceremos que ninguna organización de la derecha cristiana, de ningún tamaño, está promoviendo la ley dominical. Sin embargo, ellos están empujando una enmienda religiosa a la Constitución. Y como Stan Moonyhan, un prominente evangelista, escribió en Liberty: "Yo percibo el sentir de mis compañeros evangélicos, y me aterroriza".

Así que la descendencia de la Asociación para la Reforma Nacional continúa. La secularización no le ha puesto un torniquete. Y mantenga los ojos puestos en un par de organizaciones evangélicas buenas: Enfoque en la Familia (Focus on the Family) y Guardadores de la Promesa (Promise Keepers). Yo conozco a James Dobson y oro por el éxito de su énfasis en la familia, pero su punto de vista en cuanto a la separación del Estado y la Iglesia me preocupa. Y aplaudo los objetivos de los Guardadores de la Promesa. Gracias a Dios porque hay hombres que están asumiendo el papel de líderes espirituales en su hogar a raíz de este movimiento. Pero es interesante una nueva forma de ecumenismo que parece tener origen en esta organización.

Hasta este punto veo poca razón para editar nuestro esquema profético.

2. ¿Y qué en cuanto a la Corte Suprema? Sin duda sus decisiones han hecho claro no sólo que ya no vivimos en una nación cristiana, sino que también hemos afirmado nuestra condición como Estado secular. (Claro, sólo tenemos que ver la televisión para descubrir eso). Sin embargo, otras decisiones de la Corte parecen ser precursoras de los problemas por venir. Por un lado, ha sostenido que el Estado ya no tiene que mostrar un "interés apremiante" para interferir con nuestra libertad religiosa. El juez Antonin Scalia, autor de dicha decisión, dijo, "la libertad religiosa es un lujo que ya no podemos costear". Finalmente, la corte ha declarado inconstitucional la Ley de Libertad Religiosa, que hubiera restaurado la prueba de "interés apremiante". También ha estado por mucho tiempo en los libros de la Corte Suprema una doctrina recientemente reinstituida en 1972, en el caso de "Wisconsin vs. Yoder: Los intereses de orden superior pueden sobrepujar los derechos legítimos del libre ejercicio de la religión".

¿Qué podría constituir dichos "intereses?" ¿Una crisis nuclear? ¿Un colapso económico? ¿El crimen que convierte un paseo por nuestro vecindario en una aventura? Seguramente cualquier cosa que amenace la estabilidad o la existencia de nuestra nación. De alguna forma, esta doctrina legal parece ajustarse muy bien a las últimas páginas de El conflicto de los siglos.

3. ¿Qué acerca de la cooperación protestante/católica referente al establecimiento de leyes dominicales, como a fines del siglo diecinueve? No en este momento; pero a la luz de eventos recientes, y en particular de una nueva encíclica, quédese sintonizado. Irónicamente, otra decisión de la Corte Suprema ha hecho más para inducir a los católicos y protestantes a abrazarse, que la decisión de la nación cristiana de 1892. Me refiero a Roe vs. Wade. Cualquiera que se sienta tentado a reescribir el esquema de persecución de Apocalipsis 13 debiera estudiar el temperamento de aquellos que están empeñados en un asunto de consecuencias eternas, como ven ellos el aborto en cualquier etapa y por cualquier razón.

4. Los sindicatos y las leyes dominicales. Durante las últimas décadas los sindicatos han disminuido en términos de miembros y de influencia. Pero la consolidación de grandes compañías ha causado que los trabajadores una vez más busquen la seguridad por medio de los sindicatos. Los titulares recientes señalan muchas fusiones, todas aparentemente seguidas por despedidas masivas de empleados. Tal como Elena de White lo predijo: "En el mundo se formarán monopolios gigantescos" (Mensajes selectos, tomo 2, pág. 162). Administraciones gubernamentales anteriores acabaron con varios de ellos, pero están regresando con venganza. Y emergiendo con ellos, en muchas partes del mundo, encontramos el caos económico que, según dijo Elena de White, finalmente sería culpado sobre aquellos que honran el sábado y por lo tanto impiden la restauración del favor de Dios y "alejan [la] prosperidad temporal" (El conflicto de los siglos, pág. 648).

¿Están los sindicatos mostrando interés en las leyes dominicales? En la escena mundial los sindicatos alemanes han estado promoviendo una ley dominical para la Unión Europea. Si usted no pertenece a esa unión, usted no trabaja; si usted pertenece a esa unión, usted descansa en domingo, como lo ordenan las encíclicas sociales y laborales del papa. Sólo un trozo de paja, de seguro; pero uno no necesita echar un tronco a la corriente para ver en qué dirección corre. Un trozo de paja cumple el mismo propósito.

¿Tenemos evidencias de que los objetivos de las encíclicas sociales y laborales aún tienen influencia en los sindicatos, especialmente en lo que se refiere a la ley dominical en los Estados Unidos? Hace algunos años George Meany, quien logró la consolidación de la Federación de Sindicatos Americanos con la Organización Industrial del Congreso, recibió el premio más alto que la Iglesia Católica puede otorgar a un laico, la Medalla Lataere, por adelantar los objetivos de las encíclicas sociales y económicas.

Examinemos ahora varias encíclicas subsiguientes para ver si el apareamiento entre trabajo y ley dominical continúa.

1961:Mater et Magistra (papa Juan XXIII): "En nombre de Dios, y teniendo a la vista el bienestar espiritual y material de la humanidad, Nos hacemos un llamamiento a todos, autoridades, empresarios y trabajadores, para que se esmeren en la observancia de este precepto de Dios y de la Iglesia. . ." (punto 253).

1991: Centessimus Annus (Juan Pablo II): hace una apelación a la imposición legal de "el derecho básico de descanso en domingo" (punto 9).

1998:Dies Domini: La más reciente encíclica del papa Juan Pablo II procura lo que ninguna encíclica anterior había tratado de hacer: En vez de simplemente afirmar que la Iglesia Católica Romana cambió el día de descanso del sábado al domingo, Dies Domini ofrece justificación bíblica exhaustiva para la observancia del domingo como día de reposo. Una justificación con la cual los protestantes pueden sentirse mucho más cómodos que con la anterior. Otra barrera se derrumba, y otra señal de los tiempos se levanta. La encíclica enfatiza la obligación moral del Estado de establecer legislaciones que faciliten la obligatoriedad del "sábado", y utiliza la misa para predecir el pronto regreso de Jesucristo.

5. El espiritismo. ¿Has visitado a un psíquico últimamente? Millones lo hacen diariamente. 0 consultan su horóscopo. Veinticuatro por ciento de los norteamericanos creen en la reencarnación. Millones creen en la comunicación con el mundo espiritual.

Ruth Montgomery, la psíquica más publicada del mundo, informó haber recibido un testimonio de parte de Elena de White. En la mañana después de terminar la lectura del libro El conflicto de los siglos que un laico adventista le había regalado, Ruth Montgomery anunció haber recibido un mensaje de su espíritu guía: «La mujer White que escribió el libro que tú estás leyendo está aquí y dice: "Por favor, por favor, ignoren lo que escribí en cuanto a la comunicación con los vivos muertos".»

En cuanto al espiritismo Elena de White escribió: "Es un canal totalmente dedicado a él [Satanás] y bajo su control, y puede hacer creer al mundo lo que quiera" (Primeros escritos, pág. 91).

A mí me parece que -época secular o no- las señales que los pioneros citaron como "verdad presente" están muy bien y vivas hoy en día. Por ejemplo, el espiritismo no sólo está mucho más avanzado de lo que estaba en el tiempo de Elena de White, sino que afirma estar en contacto más estrecho con ella de lo que estamos algunos de nosotros. Además, yo veo razón para afirmar que las señales proféticas apuntan a una prueba inminente sobre el asunto de la adoración. Es cierto que el escenario de nuestro día ha cambiado, pero no debiéramos tener dificultad en reconocer los actores principales en las tablas de nuestro mundo a comienzos del siglo veintiuno.

De hecho, yo creo que aquí abajo, en la autopista profética, podemos observar algunas señales nuevas que se han levantado desde que nuestros pioneros se bajaron de ella. Estas señales se pueden constituir en verdad presente y por lo tanto aumentar nuestra confianza en el pronto regreso del Señor.

Brevemente, aquí presentamos cuatro que merecen nuestra consideración.

1.La habilidad humana de destruir nuestro mundo, específicamente con armas nucleares. Usted puede contestar instintivamente, "Bueno, ¿y no están mejores las cosas ahora después de la disolución de la Unión Soviética?" No. La realidad es que, por varias razones, hoy estamos en mayor peligro.

Primero, tenemos el colapso de la seguridad y el correspondiente caos económico en los Estados de la antigua Unión Soviética. El mundo musulmán militante tiene facciones empeñadas en comprar componentes de bombas nucleares con las cuales castigar al Gran Satanás, como llaman a los Estados Unidos. Y ahora, por lo menos seis naciones tienen bombas nucleares y ya poseen la capacidad de lanzarlas o la están desarrollando. Dentro de una década media docena de naciones hostiles se añadirán a la lista,

La segunda razón por la cual el peligro es mayor ahora tiene que ver con los residuos nucleares que están contaminando la atmósfera, el agua y la tierra, tales como la filtración en los depósitos de desecho en Siberia; la contaminación de las aguas marítimas en Murmansk; y áreas de contaminación como Chernobyl. Mencionaré un sitio norteamericano: Hanford. El examinador gubernamental de sitios nucleares es un amigo íntimo. Yo le dije un día que sería trágico si el desperdicio de Hanford llegara hasta el río Columbia. "Ya está allí" -me contestó. "Lo hemos detectado en la pesca de salmón, aun en la desembocadura del río. Y se está trasminando a los terrenos alrededor de Hanford". Juan el revelador habló de destruir a aquellos que destruyen (o corrompen) la tierra (Apoc. 11:18).

2. La manipulación genética. Yo no estoy haciendo una crítica global del término, porque en algunas formas puede traer sanidad. Pero me molesta mucho la clonación de seres vivientes. Recientemente el Washington Post en sus titulares reveló la clonación de seis vacas a partir de una. Una semana más tarde otro titular del Post anunciaba: "Un Embrión Humano es Creado por Clonación, dicen Investigadores de Corea del Sur" (una afirmación que más tarde fue negada). Pero gran parte de mi teología toma en consideración la naturaleza caída de la humanidad, y yo predigo, sin temor de ser un falso profeta, que un científico se va a clonar a sí mismo un día no muy lejano. Y tendremos dos Alberto Einstein modernos. O por un pago multimillonario, dos Saddam Husseins. Las perspectivas son portentosas.

A veces me temo que nos estemos entrometiendo en una prerrogativa del mismo Dios. Elena de White escribió: "Si hubo un pecado sobre todos los demás que trajo la destrucción de la raza humana mediante el diluvio, fue el grave crimen de la amalgamación de hombre con bestia que desfiguró la imagen de Dios, y causó confusión en todas partes" (Spiritual Gifts, tomo 3, pág. 64). Otra vez: "Toda especie de animal que Dios había creado fue preservada en el arca. Las especies confusas que Dios no creó, que resultaron de amalgamas, fueron destruidas por el diluvio" (Id., pág. 75).

Yo quisiera poder preguntarle a Elena de White qué vio ella en visión. Al igual que E D. Nichol y otros, yo no creo que ella viera seres parte humanos y parte animal siendo producidos en los laboratorios de los grandes intelectuales antediluvianos. Pero algo provocó la ira de Dios sobre el mundo, algo que puede causar que Dios diga nuevamente: "Nada que se propongan hacer para ellos será imposible para ellos ahora. Vayamos... a destruir a los que destruyan la tierra." Nuestros pioneros no vieron esta señal, a pesar de que algunos seguramente se cansaron los ojos buscando estas nuevas verdades presentes.

3. Los movimientos ecuménicos actuales. La cooperación católico-protestante, como he notado, le debe mucho en los Estados Unidos a Roe vs. Wade; pero a nivel mundial, le debe más al II Concilio Vaticano y las iniciativas del papa Juan XXIII. Aún no se ha desarrollado lo suficiente para que empujen juntos la observancia del domingo, pero el noviazgo se está calentando, y la teología en la cual se pueden unir los católicos y los protestantes está la encíclica de 1998, Dies Domini. Las agencias ecuménicas formales de nuestros días tales como el Concilio Nacional y Mundial de Iglesias no son las más importantes; más significativos aún son los movimientos llamados "carismáticos" que trascienden denominaciones con sus más de 500 millones de miembros que se especializan en señales y maravillas.

Yo veo en los movimientos carismáticos una unión entre el ecumenismo y espiritismo. No es el Espíritu Santo el que está produciendo la "risa santa" en Toronto y las personas gateando por aquí y allá, y ladrando como perros en otros. Cuando fenómenos similares ocurrieron en la historia primitiva del adventismo, Elena de White no tuvo problemas en discernir su origen. Además, ella escribió de un reavivamiento falso que se produciría en los últimos tiempos, en los cuales las multitudes se alegrarían de que "Dios está obrando maravillosamente en su favor, cuando, en realidad, la obra provendrá de otro espíritu" (El Conflicto de los Siglos, pág. 517). Además tenemos el diálogo evangélico/católico que ha producido un documento donde se asegura que las diferencias teológicas que dieron vida a la Reforma han sido resueltas. El papa Juan Pablo II quiere trazar los pasos hacia atrás hasta Abrahán. ¿Por qué? Porque tres religiones importantes – el cristianismo, el judaísmo y el islamismo – veneran al antiguo patriarca. Y el Vaticano ha estado probando qué clase de reacción ha producido su invitación a que los líderes del protestantismo se reúnan con el papa. Concesiones sorprendentes se están haciendo en favor de la unidad.

4. Los satélites de comunicación. Por mucho tiempo hemos afirmado que la última señal por cumplirse antes del regreso de Cristo será la de llevar el evangelio al mundo. Bueno, ahí va, alabado sea el Señor, y con rapidez sin precedente. Si realmente creemos que ésta es la última profecía por cumplirse, entonces debemos considerar los métodos de alcanzar esta meta como proféticos ellos mismos. NET’98 debiera añadir un signo de exclamación a esta última conclusión.

Hace algunos meses estaba mirando el cielo al atardecer. El sol se estaba poniendo, y el momento no era ni día, ni noche. A lo lejos en el noroeste una luz apareció, más brillante que una estrella de segunda magnitud. Como un dedo grabando un mensaje en alguna bóveda púrpura de Belsasar, un satélite trazó su camino a través de los cielos y se desvaneció.

Algunos pueden haberlo visto y alabado a los dioses que se sientan en tronos móviles. Otros – con copas de vino agarradas con dedos nerviosas – trazaron su cola plateada y pronosticaron, tal vez, que nuestros mundo se ha transformado en una aldea global. Pero algunos sienten que Uno sentado sobre un trono alto y sublime está dando la última revisión a todos los logros humanos: Uno que "ha establecido un día en el cual juzgará al mundo..." (Hech 17:31).

Hace algunos años el juicio de O. J. Simpson capturó la atención de gran parte del mundo. Los satélites llevaron las escenas de la corte a la sala de mis familiares en la República Checa. ¿Cuánto tiempo creen ustedes que tomaría alcanzar al mundo con la verdad probadora de cuándo (y quién) debemos adorar si la televisión global presentará en pantalla el juicio de un líder adventista? Especialmente si el fiscal pareciera tener huellas de clavos en las manos...

Ahora mismo, la red electrónica mundial (WWW) tiene un sitio llamado los "Archivos de Nuremberg".

Se lee como un boletín de los más buscados. En él están los nombres de cientos de doctores que han hecho abortos, sus direcciones, el número de sus licencias, inclusive el nombre de sus hijos. Aquellos que han sido asesinados están tachados mientras que los que sólo han sido heridos aparecen sombreados en gris.

Suficiente está dicho

Yo creo que un nuevo examen de nuestra posición profética es cosa buena. Mi investigación reconfirmó mi convicción de que los cambios que han ocurrido en nuestro mundo desde los últimos años del siglo diecinueve no se suman a un escenario profético fracasado. Y los eventos durante la última mitad del siglo revelan una gran iglesia que ha estado calladamente creciendo en estima mundial y en poder, al igual que nuestros pioneros adventistas anticipaban. Algunos dirigentes políticos le acreditan al papa Juan Pablo II la precipitación de la caída de la Unión Soviética. Yo no veo razón para creer que la prueba de cuándo y a quién debemos adorar será demorada mucho más.

El autor católico Frangois Mautiac una vez compartió su visión del tiempo del fin con lectores de la revista Look. Su cuadro, gráficamente descrito con palabras, a menudo viene a mi mente cuando repaso las escenas finales del Conflicto de los Siglos:

"El día vendrá cuando los últimos hombres, aterrorizados, ya no discutirán la nacionalidad de su último Pastor. Entre los cadáveres y los escombros, escasamente importará si vino de Europa o de América. Se apretujarán contra sus túnicas blancas, las cuales serán la única luz en la oscuridad del fin del tiempo, y repentinamente él levantará su mano y los cielos se abrirán y él les señalará el Símbolo de la Cruz" (Look, 8 de marzo, 1955, págs. 32, 33).

Isaías también compartió una visión de la tierra:

«Y la tierra se contaminó bajo sus moradores;
porque traspasaron las leyes,
falsearon el derecho,
quebrantaron el pacto sempiterno.
Por esta causa la maldición consumió la tierra,
y sus moradores fueron asolados;
por esta causa fueron consumidos los habitantes de la tierra,
y disminuyeron los hombres.»
(Isaías 24:5,6)

Uno se pregunta si estaremos listos esta vez...

Fonte: E. Edward Zinke y Roland R. Hegstad, La certeza del segundo advenimiento. APIA: Miami (Fl) 2000, cap. 10.

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