"La Organización Adventista me Llevó a los Tribunales"

Antes que nada, quiero decirte que ya no soy adventista. Lo fui durante 22 años de mi vida. Para que  te hagas una idea y no pienses de mi otra cosa, te diré lo siguiente: en mi casa tengo un adventista que es la persona de confianza de todas las cosas. El lleva aquí más de tres años y dejamos todo a su cargo. En su iglesia, le rechazan porque lee a la señora White, y la revista El firme fundamento. 

Te digo esto, para que veas que, si yo fuera una persona mala, este adventista (de los mal llamados fundamentalistas) no estuviera aquí trabajando conmigo. Cada día el come con nosotros en nuestra mesa, y como es vegetariano se prepara comida especialmente para el. Cuando estaba pasando una fuerte crisis económica, la iglesia nunca se preocupó de cómo se encontraba. Y nosotros le ayudamos a salir adelante. Hoy se siente agradecido y dondequiera que se encuentra, habla bien de nosotros y nos defiende.

Tengo 46 años, como ya decía más arriba estuve en la iglesia 22 años apróximadamente. En ese tiempo, pude vivir todas las situaciones más desagradables que puedan pasarle un ser humano. Yo entré en la iglesia adventista pensando que era una comunidad cristiana que llevaba la verdad por delante. Al poco tiempo de entrar me di cuenta que era todo lo contrario. 
 

¡Cuántas mentiras, chantajes, calumnias, etcétera! Los pastores mienten sin disimulo. 

Cuando alguien les lleva la contraria terminan (como es mi caso) llevándoles a la asamblea de iglesia y poniéndoles voto de censura. Como no le salió bien la estrategia, vino a mi y me dijo: "Tú y yo unidos haríamos de todos esos (los miembros de su iglesia) lo que nos diera la gana, pues son todos unos ignorantes."

Mi esposa y yo nos marcamos enseguida de allí y presentamos nuestra carta de renuncia. Antes de todo esto ya estábamos muy cansados del  proceder de los líderes.

Hemos visto como expulsaban a personas que habían dado todo por la iglesia, tan sólo porque dijeron que las cosas que estaban haciendo los líderes no eran correctas ante Dios. Fueron calumniados delante de toda la congregación -- incluyendo los hijos de ellos -- pusieron en su boca palabras que ellos no habían dicho. Una de las cosas más feas que dijeron fue: ¡Que eran unos ladrones!, 

Mi esposa se puso en pie y preguntó: explíquele a la asamblea porque son unos ladrones. El pastor dijo: los ancianos aquí presentes y yo decimos que son unos ladrones y basta. La iglesia votó la expulsión pensando que aquellas personas eran de verdad unos ladrones. Lo cierto era que aquellos miembros habían retirado el diezmo momentáneamente como protesta porque estaban cansados de las mentiras de los líderes. ¡Ese era todo su robo!

Esas personas que expulsaban en aquel momento, eran los que más habían trabajado por la iglesia. Habían puesto su dinero para comprar el local, habían puesto toda la instalación eléctrica. Todo su tiempo, su dinero y su trabajo eran para la iglesia adventista. Eran cristianos - y lo siguen siendo - ejemplares, observadores estrictos del sábado, cumplidores de la ley de Cristo. hasta en las cosas más simples. La pena es que a todas estas personas les destrozan su vida. Ellos sólo trataban de que la iglesia que tanto amaban no se siguiera degradando.

A continuación te enumero unas cuantas cosas de las que pasaban en aquel momento cuando yo dejé de la iglesia. Hoy está peor la situación!

  • Colportores -- uno de ellos LÍDER MUNDIAL EN VENTAS durante dos años seguidos -- se iban los fines de semana a las mejores discotecas. Hoy esta estudiado en EEUU ¡para pastor!
  • Un pastor realizó en la iglesia un "concurso" para los jóvenes: ¡un desfile de disfraces de carnaval!
  • Ordenaron anciana a la esposa del tesorero, ¡pero estaban separados vivían cada uno en un sitio diferente, y le enviaron como delegada a una asamblea nacional!
  • El tesorero actual es muy habitual de las salas de fiesta, ¡ha sido visto incluso en sitios de ambiente GAY!
  • El jefe de diáconos y maestro de Escuelas Sabaticas,  padre de un pastor ¡es el director de una comparsa de carnaval!
  • Dos de sus hijos, uno de ellos también diácono ¡forman parte de la misma comparsa de carnaval!
  • El tesorero actual ¡también forma parte de la misma comparsa!
  • Cada año estas personas aparecen en la televisión, en los concursos vestidos con sus disfraces, cantando y bailando ¡alguna vez incluso el sábado!
  • Varios casos de homosexualismo, bastantes matrimonios separados.
  • Han realizado matrimonios en la iglesia de ex-miembros ¡en que uno de los contrayentes tenían dos divorcios anteriores!
  • Cuando alguien de nosotros intentaba decir algo,  siempre se nos contestaba de la misma forma: ¡los trapos sucios de casa se lavan en casa!

Podría seguir contando un montón de cosas de las que he vivido dentro de la iglesia dentista, pero supongo que con esas tienes más que suficiente. 

Pero lo peor de todo fue que, al poco tiempo de marcharme de la iglesia, hicieron "un plan de cinco días para dejar de fumar". En la campaña publicitaria, pusieron ilegalmente el logotipo de una institución oficial, y en el cartel anunciador ponía que esa institución apoyaba su campaña. ¡Menudo escándalo se armó! La prensa, la televisión, la radio, la noticia en todos los titulares de los periódicos. Fue en ese momento que una cadena de televisión contactó conmigo y me invitaron a un programa de noticias. Yo acepté y fui. 

Conté que ese "plan de cinco días" era un medio de captación de nuevos adeptos (ellos lo habían negado) y para ello mostré ante las cámaras una revista adventista donde los líderes afirmaban que ese plan era para captar personas. También enseñé un carnet acreditativo expedido a mi nombre por la unión adventista española. Pero en el que se oculta la verdadera finalidad de la persona que lo lleva. Yo expliqué que la persona que lleva ese documento sólo va a vender libros de la iglesia adventista y en ese documento se tergiversa la información con fines exclusivamente comerciales.

La organización adventista me llevó a los tribunales. Puso una demanda por derecho al honor. Pedían la cantidad de 10 millones de pesetas más todos los gastos judiciales, y la publicación a mi cargo de la sentencia en los medios de comunicación. El proceso ha durado casi dos años. 

Lo que no esperaban es que yo tuviera las pruebas que tenía. ¡Todas ellas de la Revista Adventista! Cuando vieron que podían perder el juicio, presentaron un escrito diciendo: que se habían equivocado en la cantidad que pedían, y donde decía 10 millones, quería decir 2 millones. Cuando se aceptó la rectificación desistieron de la causa y se apartaron, pero no esperaban que les impusieran las costas a ellos. Pidieron justicia gratuita alegando que habían gastado los fondos que tenían para pleitear, "que eran una iglesia muy pobre" y que sólo dependían de los diezmos de sus feligreses.

La justicia gratuita se les concedió (por su pertenencia a la federación evangélica española) y en la sentencia el juez dictaminó que tendrían que pagar las costas si en un periodo de tres años vendrían "a mejor fortuna ". Pasaron los meses,y cuando alguien le preguntaba a algunos de los pastores si pensaban pagar siempre dijeron: ¡nunca pagaremos ni una peseta! 

Pero mis abogados pudieron demostrar que en el banco tenían suficiente dinero para pagar lo que debían. Se presentó un escrito al juez indicando el banco, la cantidad de dinero que poseían, y el número de la cuenta, ¡Y el juez ordenó el embargo de la cantidad adeudaba!.

Inmediatamente el departamento jurídico de la iglesia, envió un escrito al juez diciendo: que ese dinero que ellos tenían también pertenecía a una "agencia "benéfica, ADRA y por lo tanto no se podía embargar dicho dinero. La contesta del juzgado fue más que contundente ¡en esa cuenta no aparece ningún nombre de ninguna ONG. Está solo el nombre de iglesia adventista del séptimo día, por lo tanto procede la retirada del dinero debido. Hasta llegar al día de hoy, cuánto hemos sufrido y llorado, ¡pero dice refrán, es que ríe el último ríe mejor!
 

Mi esposa y yo decidimos un día hacer la misma pregunta a varios pastores, - cuatro en total - ¡y los cuatro mintieron!

Uno de ellos fue más listo que los demás, y nos dijo: ¿Habéis preguntado al pastor? Nosotros contestamos que si, entonces el nos dijo: ¡Pues la contesta que el les dio, es la correcta!. Se pasan la vida estudiando como salir airosos de cualquier situación..

Te diré que como testigos en el proceso que iniciaron contra mi, llevé varios ex- miembros que se ofrecieron voluntarios. Pero también fueron dos testigos que eran en aquel momento todavía miembros de iglesia. Por su parte la iglesia también llevó varios testigos, dos de ellos eran el tesorero y la esposa -- la anciana -- ¡los que habían estado viviendo separados! Que triste, cuando se les preguntó algunas cosas mintieron descaradamente..

Un día encontré una revista El Firme Fundamento, tenía un artículo titulado: "La Iglesia del Tiempo del Fin". A mí me pareció que describía perfectamente lo que estaba pasando en nuestra iglesia. Se me ocurrió hacer unas fotocopias y entregárselas a varios miembros -- cinco en total -- una de las personas a quien se lo entregué se lo dijo al pastor. ¡Y fui acusado de distribuir propaganda subversiva dentro de la iglesia!

No te puedes imaginar las veces que me he preguntado: ¿porque no me marche antes? ¿porque tuve que aguantar todas esas cosas? Nosotros tuvimos el piso que teníamos en Madrid alquilado para la obra. Como era para la iglesia, sólo les cobrabamos 60 mil pesetas. En aquella zona costaba un alquiler más de 100 mil -- y nosotros pagabamos de nuestro bolsillo la comunidad y el agua -- 11.500 pesetas mensuales. 

También tuvimos viviendo con nosotros un pastor durante un tiempo, porque no tenían vivienda para darle. Nosotros le dimos llaves de nuestra casa. ¡Tuvimos incluso que quitar nuestras hijas de su habitación para dársela a él! Y después recibimos ese pago de parte de la iglesia adventista. ¡Nunca me arrepentiré de haberles llamado, SECTA!

Robson, tu página me ha devuelto la alegría, la visito cada día y pido al señor Jesús que te bendiga abundantemente pues has tenido el valor de sacar en público las vergüenzas que ellos tanto ocultan.

Que el señor te bendiga abundantemente, Santiago Hernandes.

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